jueves, 2 de octubre de 2008

COMO NOS VENDEN LA MOTO

CÓMO NOS VENDEN LA MOTO
NOAM CHOMSKY E IGNACIO RAMONET

En relación a los autores:

Noam Chomsky nació en Filadelfia en el año de 1935. En 1955 se incorporó a la Facultad del Instituto Tecnológico de Massachusetts haciéndose conocido no sólo como profesor y escritor sino también como crítico invariable a la implicación americana en la guerra del Vietnam. Ha escrito muchos libros entre los cuales los más conocidos son “Cómo se reparte la Tarta” y “Poder y terror”.

Ignacio Ramonet nació en Redondela (Pontevedra) en el año de 1943. Actualmente es profesor de Teoría de la Comunicación Audiovisual en la Universidad Denis-Diderot (Paris). Es autor de numerosas obras en el idioma francés entre las cuales las más conocidas son “Geopolítica y Comunicación de Final de Milenio”, “La Golosina Visual” y “Internet, el Mundo que Llega”.

Estructura del Libro:

Se pueden observar que la obra se divide en dos partes:

El control de los medios de comunicación donde Noam Chomsky muestra la cara verdadera de los medios de comunicación y las formas que éstos usan para alienar a la sociedad a fin de conceder el poder a personas concretas (la denominada clase especializada de Lippmann) sin que los demás (el rebaño desconcertado) nos demos cuenta de ello y,

Pensamiento único y nuevos amos del mundo donde Ignacio Ramonet denuncia el capitalismo y el mercado de la información y habla de una mentira que se convierte en verdad. Según este autor una mentira que es publicada en varios medios informativos determina que el pueblo acabe por considerarla como verdad y más si hacen eco de ellas personas con cierto status.

La primera parte se centra en el gran poder que tienen los medios de comunicación y como este poder se emplea para lavar el cerebro a la sociedad sin que ésta se de cuenta. Se da inicio a la obra afirmando que la democracia actual no es lo que debería ser y que sin embargo los medios de comunicación nos hacen creer que en realidad todo está bien y justificado. A partir de esta afirmación nos muestra varios ejemplos comenzando el análisis de cómo el presidente Wilson convirtió a una sociedad pacifista en una sociedad ansiosa de ingresar en la Primera Guerra Mundial a través de propaganda administrada por un supuesto gobierno democrático.


Chomsky afirma que la democracia es una basura y propone una solución haciendo referencia a la idea Lippmann, señalando que ésta divide a la sociedad en dos: la “clase especializada” que se encarga de dirigir y controlar y “el rebaño desconcertado” que es la gran mayoría y lo único que hace es observar y callar. Los medios se encargan de desconcertar aun mas a la población haciendo que todos piensen lo mismo y marginando sus pensamientos, de manera que crean que están solos en lo que piensan, aunque en realidad todos piensen lo mismo. La TV se encarga de reforzar esta marginación. La solución que da Lippmann es que como la sociedad es tonta, hay que “domesticarla” mediante la cultura y la educación para que se de cuenta de que no todo va como debería ir.

El análisis que efectúa Chomsky determina que las manipulaciones de los medios de comunicación llegan incluso a cambiar la historia, haciendo una referencia a Estados Unidos de Norteamérica el cual según este autor hizo creer a toda su población que la guerra del Vietnam favorecía a los vietnamitas y que tan solo habían muerto 100,000 personas cuando en realidad fueron 2 o 3 millones. Chomsky efectúa una reflexión indicando que sin embargo estas manipulaciones no bastan pues algunas personas a pesar de la propaganda y los intentos invariables de controlar su pensamiento y crear el consenso consiguen crear y formar grupos “revolucionarios” como pueden ser los actuales “ecologistas” los “antinucleares” o los “feministas” a los cuales la “clase especializada” para conservar el “rebaño desconcertado” trata de pulverizar creando conciencia en el resto de la sociedad de que estos grupos “rompen la paz y armonía” además de buscar ficticiamente enemigos para continuar gobernando a través del miedo como ocurrió con Hitler contra judíos y gitanos y como ocurrió actualmente con Bush y los terroristas.

Chomsky concluye efectuando un llamamiento a la sociedad a la que solicita que luche por la libertad señalando que si no lo hace acabará viviendo en un mundo totalitario en el que estaremos continuamente controlados, limitados y alienados Y cuando esto suceda, ya no habrá marcha atrás.

La segunda parte escrita por Ramonet se centra en la dominación del mundo por unos pocos y en el pensamiento que reina en nuestra sociedad. Da inicio a su exposición indicando que entre los hombres más influyentes de la sociedad no se encuentra ningún gobernante y que el hombre más influyente es Bill Gates porque gracias a él el mundo se globalizó como una consecuencia de la informática, que a su forma de ver es el amo del mundo, pues es inmaterial, inmediato, permanente y planetario, produciéndose luego de ello una gran explosión de los mercados financieros y del capitalismo.

Ramonet señala que de esta manera se ha creado en un mundo democrático el pensamiento único que es el capitalismo cuyos mandamientos son los siguientes: la economía precede a la política, la mano invisible (se encarga de mantener el mundo a flote), la competencia y la competitividad (regulan el mercado), libre intercambio sin límites, mundialización, división de trabajos y privatización. Esto genera que las grandes empresas internacionales acumulen más dinero y poder que los gobiernos. Y como las empresas con más poder están en Estados Unidos y Japón, estos son los amos del mundo.

Efectuada esta crítica al sistema con el que funciona el mundo analiza a los medios de comunicación y sus consecuencias. Al respecto indica que la gran cantidad de violencia que se muestra en la TV causa que muchas personas sobre todo niños sufran transtornos que pueden llegar a provocar asesinatos y suicidios. Aunque esto sucede contadas veces causa insensibilidad ante escenas obscuras y crueles reales. Sin embargo señala que no solo suceden estos cambios de personalidad con escenas violentas. Indica que la cantidad de golpes publicitarios que sufrimos diariamente dominan y crean en nosotros nuevas formas de pensar, formas de pensar que son las deseadas por la “clase especializada”. Así consiguen crear perfiles de normalidad de forma que los indecisos no tienen otra opción que alienarse con la mayoría.

Ramonet indica que el control de todo se desarrolla a pasos agigantados gracias a los avances tecnológicos y cada vez el hombre está más coaccionado y vigilado.

Finalmente considera la importancia de la información y su forma de difusión, pues hoy en día no podemos saber si algo es verdad o nos engañan. Concluye la parte asignada del ensayo diciendo que actualmente corremos el peligro de que unos pocos sigan consiguiendo poder y dirigiendo el mundo. Y la solución que propone es la de transformar la democracia actual (cuyos poderes ordenados de más importante a menos son: economía, medios, política y televisión), en lo que realmente debería ser, una democracia en la que el poder principal sea la política y la consideración de todos evitando la alienación masiva.

Resumen

Esta obra trata de mostrarnos en forma muy sencilla sin utilizar tecnicismos el mundo actual en que vivimos, señalando quienes realmente detectan el poder y como de forma sutil nos manipulan para dirigir nuestro comportamiento hacia lo que según el Estado es más conveniente ya que según su concepción todos los administrados no somos capaces de actuar a favor de nuestros intereses. En tal medida el Estado con sus medios de comunicación se encarga de marcarnos el camino que debemos seguir..............

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado señor:
Teniendo en cuenta su profesión le hago efectiva esta invitación a mi blog. Es posible que le agrade leer mi último artículo: El Reembarque de Dunkerque, en intento analizar las causas de tan controvertido acontecimiento. Este artículo lo estoy colgando en la red a trozos, (uno por semana, ya voy por dos). Si le interesa visitarme sea bienvenido. Saludos desde Gran Canaria. España.